Según ha informado la asociación
Stop Estafadores, en Semana Santa se han registrado dos intentos de suicidio por parte de dos víctimas de estas prácticas fraudulentas.
Se trata de una mujer y un hombre que, al verse desbordados por la dramática situación que generan las actuaciones de estas tramas, intentaron quitarse la vida en días sucesivos.
El varón fue recogido por la Policía Local de su municipio, recibió atención sanitaria y fue dado de alta una vez se atendieron sus lesiones. La mujer, que fue rescatada por el 112, permaneció hospitalizada en Cádiz, aunque fuera de peligro y, posteriormente, fue derivada a psiquiatría.
Ambos habían denunciado haber sido engañados por el controvertido prestamista
Antonio Arroyo Arroyo,
“objeto de numerosas denuncias de familias de toda España, detenido por la policía en cuatro ocasiones y que tiene varias causas judiciales abiertas en Madrid”, como recuerda Stop Estafadores en un comunicado.
La asociación, que ofrece su apoyo a las familias en todo momento, muestra su satisfacción porque no se consumaran estos intentos autolíticos. Además, Stop Estafadores manifestó en su nota de prensa su
"preocupación" por el "abandono" al que, a su juicio, están sometidas las
víctimas de "esta realidad tan ignorada de las tramas de estafas en
préstamos no bancarios".
Según los datos de Stop Estafadores antes de éste, ya hubo al menos un
suicidio consumado, el de J.R.M. de Valencia, y tres intentos más, en
Madrid, Almería y Cádiz, de afectados por este prestamista. Para este mes,
está programado en Madrid otro desahucio de una familia por otro préstamo
de la red de Arroyo.
Stop Estafadores considera “inaceptable” que “a pesar de todos los
indicios existentes no se actúe judicialmente con rigor”, de forma que
“siga operando con absoluta impunidad y provocando dramas familiares como
éste”. La asociación sigue pidiendo a la fiscalía y la judicatura que
“abran una investigación global y en profundidad sobre esta trama de
presuntas estafas, con varios centenares de familias afectadas”.
Cree que es “materialmente imposible que obedezca al azar o a la
concertación la existencia de tantísimos testimonios coincidentes a lo
largo de años de personas de toda la geografía nacional que no se conocían
entre sí, que narran una operativa similar y señalan a las mismas
personas”. Recuerda que, en las detenciones policiales practicadas, se les
incautaron documentos bancarios falsificados y se comprobó una usurpación
de personalidad.