1º. En la intermediación para un préstamo o en la
contratación del mismo tenga siempre claro con quién está tratando: quién es exactamente la persona o la sociedad.
Desconfíe de intermediarios que sólo le proporcionan un nombre de pila y un
teléfono móvil. Desconfíe de webs de internet donde sólo consta un nombre
comercial, pero no contienen un aviso legal donde figure cuál es la sociedad
que está detrás.
2º. Infórmese sobre ese prestamista profesional o intermediario
financiero. Puede consultar en organismos oficiales. Pero sobre todo busque referencias
en internet e intente conocer si tiene ya denuncias o reclamaciones.
3º. Conserve todos los correos que le envíen y documentos que le entreguen en el proceso previo al préstamo. Si
es posible, deje constancia también de todo lo que envíe y entregue usted. Si
tiene la menor sospecha de que algo no encaja, grabe las
conversaciones telefónicas que tenga e intente que resulten comprensibles para
alguien ajeno.
4º. Cuando le hayan concedido un préstamo hipotecario,
pida siempre antes de su firma en notaría la oferta vinculante firmada por el prestamista o la entidad, un documento
donde se resumen las condiciones que tendrá su crédito. Compruebe que lo que
consta en el mismo coincide con lo que le han explicado verbalmente. Exíjala
con antelación, no permita a que se la entreguen el mismo día de la firma en
notaría. Y mucho menos firme ese día su supuesta recepción con fecha anterior.
5º. Si es posible, elija usted la notaría en la que se
firmará su préstamo. Es un servicio que va a abonar usted y tiene pleno derecho
a decidir quién quiere que lo preste.
6º. Cuando vaya a firmar un préstamo en notaría tiene
derecho a examinar
el texto de la escritura desde tres días antes. Exíjalo siempre: revise el texto en notaría con
carácter previo, sin presencia del prestamista, compruebe que las condiciones
coinciden con las de la oferta vinculante y con lo hablado, y consulte
cualquier duda con el notario. Si, con cualquier excusa, le avisan para firmar
directamente el mismo día o de un día para otro, con muchas prisas y sin poder
examinar la escritura hasta el mismo momento de la firma, desconfíe por
completo.
7º. Es muy aconsejable que consulte a un abogado sobre la operación. Aunque tenga pocos recursos económicos,
una simple consulta con tarifa previamente convenida le puede ahorrar mucho
dinero y, sobre todo, muchos problemas futuros.
8º. Si no ha podido asesorarse profesionalmente, al
menos lleve a un testigo a notaría, alguien que le acompañe y que esté presente
en todo el proceso. Si el prestamista no permite entrar al testigo con alguna
excusa, el comportamiento es sospechoso.
9º. Si le dicen que cuando entre el notario no ponga
ningún inconveniente y diga a todo que sí sin preguntar, desconfíe
absolutamente. Al contrario, consulte
con el notario cualquier duda.
Y pregúntele con total naturalidad algunas cuestiones básicas que le tienen que
quedar muy claras antes de firmar:
- ¿Cuál es el capital?
- ¿Cuál es el plazo de
devolución?
- ¿Cuáles son los intereses de demora si se retrasa?
- ¿En qué valor están
tasando su vivienda para el caso de subasta?
Si algo de esto no coincide con lo convenido o no le
parece bien, manifiéstelo así. No tenga miedo de perder una operación de
crédito y no crea que se aleja la solución a sus problemas económicos. Más bien
estará evitando tener problemas muchísimo más graves.
10º. Cuando firme la escritura ante notario, adopte
actitud vigilante y no acepte firmar simultáneamente un poder a favor del prestamista que le faculte para hacer nada
en su nombre en relación con su inmueble.
11º.- Cuando le entreguen el dinero del préstamo en un cheque nominativo a su favor, vaya a cobrarlo o ingresarlo al
banco usted solo y cuando quiera. Bajo ningún concepto vaya ese mismo día,
antes o después de la firma, junto con el prestamista o el intermediario. No
firme el cheque por detrás. Guárdelo y no vuelva a entregárselo ni siquiera
momentáneamente bajo ningún pretexto.
12º.- Si estos consejos le han llegado tarde y cree
que ya ha sido víctima de un engaño, tiene que adelantarse a su posible
ejecución hipotecaria y denunciar el delito de que ha sido víctima. No lo haga usted solo,
porque los términos de la denuncia son importantes. Asesórese con un abogado.
Si no puede pagarlo, acuda a un Servicio de Orientación Jurídica e infórmese sobre
el acceso a la Justicia Gratuita.
13º.- No
negocie con los estafadores ni refinancie la
deuda sin asesoramiento, porque puede suponer la aceptación y legitimación de
la misma, o incluso sufrir una segunda estafa que agrava la situación.
14º.- Si la situación que le provoca una estafa le
produce síntomas de malestar, estrés, ansiedad, depresión, si está afectando
gravemente a su vida personal y familiar, recabe ayuda psicológica. Con ser importantes los problemas económicos, su
salud y su vida lo son mucho más.
15º.- Si es posible, únase a alguna asociación de afectados, porque esto
le permitirá compartir información, prestar y recibir
ayuda mutua sobre estas tramas y contribuir a impulsar la lucha contra redes
que provocan auténticos dramas familiares.