Publicado en la web de noticias de Aragón TV, 21.04.13
Más del 30% de los desahucios que se producen en España afectan a quienes han utilizado sus viviendas como aval para recibir un crédito de prestamistas privados y, en la mayor parte de los casos, han sido estafados. Este es el cálculo que realiza la Asociación de Estafados Víctimas Financieras (ADEVIF), una organización nacida en Aragón que ya ha comenzado a extenderse por el resto de España, con el objetivo de ayudar a todas aquellas personas que han tenido que abandonar sus casas víctimas de un engaño financiero.
Según ha explicado Irene Gimeno, miembro de la asociación, muchas personas están acudiendo a prestamistas privados al ser cada vez más difícil obtener un crédito por parte de bancos y cajas de ahorros. En muchos casos, se trata de personas mayores que desconocen el funcionamiento de este tipo de negocios. Para acceder al capital, suele ser condición necesaria utilizar una vivienda como aval, que el solicitante del préstamo ya tiene en propiedad o a falta de pagar una parte muy pequeña de la hipoteca.
La estafa puede llevarse a cabo de diferentes formas, pero es habitual que el prestamista convenza al cliente de que firme ante notario la recepción del importe total del crédito, cuando en realidad se le abona sólo una parte y se pospone la entrega del resto del dinero. Así, la víctima del engaño se ve obligada más adelante a devolver un préstamo que nunca ha llegado a recibir y termina pagando la falsa deuda con su propia casa.
Según Gimeno, al existir un documento legal, los jueces suelen archivar el caso y las víctimas quedan desprotegidas. Plataformas como Stop Desahucios no pueden ayudarles, ya que no se trata de ejecuciones hipotecarias por parte de bancos o cajas de ahorros. Por eso se creó Adevif, organización que cuenta con un abogado especializado en este tipo de casos y anima a los afectados a denunciar la estafa, para lograr como mínimo que se paralice el proceso de desahucio.
El próximo domingo 28 de febrero, el presidente de la asociación, Rafael Pozo, se reunirá en Zaragoza con todos los interesados para buscar soluciones al problema que comparten y estudiar acciones legales contra los estafadores.
Según ha explicado Irene Gimeno, miembro de la asociación, muchas personas están acudiendo a prestamistas privados al ser cada vez más difícil obtener un crédito por parte de bancos y cajas de ahorros. En muchos casos, se trata de personas mayores que desconocen el funcionamiento de este tipo de negocios. Para acceder al capital, suele ser condición necesaria utilizar una vivienda como aval, que el solicitante del préstamo ya tiene en propiedad o a falta de pagar una parte muy pequeña de la hipoteca.
La estafa puede llevarse a cabo de diferentes formas, pero es habitual que el prestamista convenza al cliente de que firme ante notario la recepción del importe total del crédito, cuando en realidad se le abona sólo una parte y se pospone la entrega del resto del dinero. Así, la víctima del engaño se ve obligada más adelante a devolver un préstamo que nunca ha llegado a recibir y termina pagando la falsa deuda con su propia casa.
Según Gimeno, al existir un documento legal, los jueces suelen archivar el caso y las víctimas quedan desprotegidas. Plataformas como Stop Desahucios no pueden ayudarles, ya que no se trata de ejecuciones hipotecarias por parte de bancos o cajas de ahorros. Por eso se creó Adevif, organización que cuenta con un abogado especializado en este tipo de casos y anima a los afectados a denunciar la estafa, para lograr como mínimo que se paralice el proceso de desahucio.
El próximo domingo 28 de febrero, el presidente de la asociación, Rafael Pozo, se reunirá en Zaragoza con todos los interesados para buscar soluciones al problema que comparten y estudiar acciones legales contra los estafadores.
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